En 2004, Zaha Hadid se convirtió en la primera mujer que conseguía el famoso Premio Pritzker de Arquitectura por el conjunto de su obra. Un año antes había sido merecedora del galardón Mies Van der Rohe, el Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea, por el proyecto Aparcamiento y Terminal Hoeinheim Norte de Estrasburgo. La arquitecta, que falleció en 2016, está considerada como una de las figuras más influyentes de la arquitectura contemporánea.
Su obra, de carácter conceptual, es profundamente personal e innovadora. Sus diseños, aparentemente imposibles, representan algunas de las mejores contribuciones a la arquitectura deconstructivista. Hoy te ofrecemos una muestra de sus edificios más emblemáticos en todo el mundo:
Centro Heydar Aliyev en Baku (2013)
Este centro cultural es uno de los edificios más emblemáticos de Zaha Hadid. Según su creadora, “la forma fluida del edificio surge de los pliegues de la topografía natural del paisaje y envuelve las distintas funciones del centro”. Su estructura de hormigón se combina con un sistema de estructura espacial que absorbe los elementos estructurales verticales y elimina las columnas de gran tamaño que interrumpirían la fluidez del espacio interior.
Museo MAXXI en Roma (1998 – 2009)
Con este trabajo, el estudio de Zaha Hadid ganó el Premio Riba Stirling de arquitectura en 2010. El Museo, que ocupa una superficie de 27 000 m2, está concebido como un espacio flexible y fluido, que se puede adaptar a cualquier tipo de exposición sin elementos divisores que interrumpan la continuidad. Las intenciones de sus creadores se hacen evidentes nada más entrar en el edificio y observar los grandes espacios diáfanos envueltos por muros curvos de hormigón, o la gran escalera en suspensión que conecta las distintas plantas.
Teatro de la Ópera de Guangzhou (2003 – 2010)
Al igual que en muchas de sus obras, el proyecto del teatro de la ópera de Guangzhou se inspira en el entorno natural para crear este innovador espacio descrito por su creadora como dos guijarros del río. El primer proyecto del estudio Zaha Hadid en China abre el espacio urbano hacia el río Pearl, en oposición a las torres de rascacielos del sector financiero en el que se encuentra. Una vez más encontramos las formas fluidas y continuas tan representativas de la obra de Hadid, con una estructura de hormigón revestida de formas ondulantes y transiciones suaves que crean espacios de gran dramatismo que aprovechan al máximo la luz natural.
Centro Acuático de Londres (2005-2011)
Construido para albergar las pruebas acuáticas de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, el concepto de este centro deportivo incorpora la inspiración de las formas onduladas y fluidas del agua en movimiento. La cubierta parabólica de doble arco construida en aluminio imita la forma de una ola y está sostenida por tres estructuras de hormigón. El edificio busca aprovechar al máximo la luz natural con grandes cristaleras de vidrio que suman una superficie total de 2800 m2.
Zaha Hadid en España
Pabellón Puente de Zaragoza (2005 – 2008)
Construido en el marco de las obras de la Exposición Internacional celebrada en Zaragoza en 2018, este innovador pabellón puente es un híbrido entre pabellón de exposiciones y zona de conexión entre las dos orillas del Ebro. Su diseño dinámico y fluido corresponde a la personal interpretación de Hadid del eje temático de la exposición que fue “Agua y desarrollo sostenible” y está dividido en cuatro secciones inspiradas en las vainas de una flor. Con una estructura de metal y hormigón, el puente cuenta con un único apoyo central y dos apoyos secundarios en ambas orillas. La cubierta está construida con cristal de plástico y el interior cuenta con un sistema de ventilación natural que crea un microclima interior.
Estación de Eusko Tren de Durango (2004 – por finalizar)
Este ambicioso proyecto urbanístico que todavía está por completar incluye varios edificios que conectan la estación y el espacio comercial con el entorno urbano y fue definido por la arquitecta como “un nuevo punto de referencia para los ciudadanos de Durango y un nuevo símbolo de la identidad y la expansión de Eusko Tren en toda Europa”.