Si hablamos de proyectos de construcción, una de las actividades que más satisfacción suponen es la rehabilitación de una casa rústica para su uso como vivienda habitual y ocasional. El proyecto de rehabilitación puede realizarse en distintas etapas durante años y proporciona el placer de ver cómo el edifico original se transforma poco a poco en la casa soñada.
Si estáis pensando en adquirir una vivienda de este tipo para rehabilitarla, hoy os proponemos una serie de recomendaciones a tener en cuenta antes de la adquisición y durante el proceso de remodelación.
Antes de comprar
Consultad el catastro para informaros de la calificación de la finca y otro tipo de calificaciones que puedan aplicársele, como por ejemplo la de la ley de costas. Tened en cuenta que no todos los tipos de construcción rústica pueden rehabilitase para vivienda. Consultad las ordenanzas municipales y todo lo relativo a materiales, fachadas, alturas y condiciones estéticas y de protección para asegurar la viabilidad de vuestro proyecto de rehabilitación.
Comprobad los servicios de los que dispone la casa o de los que puede disponer. Las viviendas rústicas alejadas de núcleos urbanos pueden tener problemas a la hora de acceder a servicios de agua, electricidad, red de alcantarillado, etc.
Valorar el estado de la vivienda y el coste aproximado de su rehabilitación. Aunque las condiciones reales de la vivienda no pueden conocerse hasta que se realiza un estudio más detallado, un arquitecto experto en rehabilitación puede daros una buena idea del estado de cubiertas, tejado y estructura para que valoréis qué porcentaje de la vivienda existente puede conservarse. Si hay un porcentaje elevado que no puede aprovecharse y hay que hacer mucha obra nueva, a lo mejor no os interesa adquirir ese edificio.
Después de comprar
Contratad los servicios de un arquitecto para elaborar el proyecto de rehabilitación. El proyecto deberá después ser aprobado por el colegio de arquitectos y el municipio para obtener la licencia de obras. Si se trata de un edificio que ha sufrido muchas remodelaciones, no podréis conocer las posibilidades de la casa hasta que empecéis a obrar y a poner al descubierto, estructuras, vanos y muros originales. Si la casa es realmente antigua, es probable que os encontréis con sorpresas muy agradables como hornos o chimeneas antiguos, sillares de piedra de gran calidad o bodegas excavadas en los cimientos.
Si se trata una obra pequeña y disponéis de tiempo, podéis optar por contratar un albañil y trabajar como peón en vuestros ratos libres. De esta forma, además de la satisfacción de colaborar en la construcción de vuestra vivienda, aprenderéis lo necesario para ocuparos de pequeñas reformas y arreglos que pueda necesitar la casa en el futuro. Sin embargo, si el proyecto de rehabilitación es de envergadura, merece la pena contratar una constructora o contratista que se ocupe de las obras. En caso contrario seréis vosotros los promotores y deberéis responsabilizaros de todos los temas de la seguridad de los trabajadores, lo que supone un gasto añadido considerable.
Esperamos que este artículo os haya resultado útil y os deseamos suerte con vuestro proyecto de rehabilitación. Nos encantaría que compartieras vuestra experiencia con nosotros en los comentarios y en las redes sociales.