Bioconstrucción

Imagen: hotel-r.net

Bioconstrucción, construcción sostenible, ecoconstrucción… todos son términos que se refieren a proyectos de edificación diseñados y ejecutados según principios de sostenibilidad que tienen como objetivo reducir al mínimo el impacto ambiental de las construcciones. La reducción de este impacto se aborda teniendo en cuenta la ubicación el edificio, los materiales de construcción, el aprovechamiento de la energía y la gestión de residuos. Los edificios construidos según estos principios no solo tienen un menor impacto ambiental sino que también han reducido el consumo de agua y energía y generan un entorno saludable y calidad de vida para sus habitantes.

Utilización de materiales

Las técnicas de bioconstrucción se basan en la utilización de materiales de construcción de bajo impacto ambiental, aprovechando al máximo las materias primas tradicionales y locales y reduciendo al mínimo los elementos de origen no natural. Los materiales utilizados se eligen teniendo en cuenta su permeabilidad y propiedades higroscópicas y su potencial reciclable una vez finalizada su vida útil. Los edificios construidos con estos materiales resultan en una excelente calidad del aire, puesto que se elimina la emisión de compuestos orgánicos volátiles y contaminantes y se permite que el edificio respire de manera natural, eliminando los problemas de humedades. Un ejemplo de estos materiales son las pinturas a la cal o al silicato, como las de la línea Eco de Kerakoll, de gran permeabilidad y libres de componentes tóxicos.

Aprovechamiento de la energía

Los ecoedificios están diseñados para aprovechar al máximo las fuentes de energía renovable y reducir el consumo de la misma mediante estrategias bioclimáticas como la orientación, el aislamiento del edificio y sistemas de ventilación natural. Los edificios de bioconstrucción tienen sistemas propios de generación de energía basados en fuentes renovables como la energía solar o la geotérmica. Esta combinación de consumo mínimo y generación de energía propia resulta en un ahorro significativo del gasto energético, que en algunos casos puede ser de hasta un 70% respecto a los edificios construidos mediante técnicas convencionales.

Residuos

Los criterios de bioconstrucción abogan por una reducción de los residuos generados por el edificio, reutilizando el agua en la medida de lo posible e incorporando estructuras de depuración. También se tiene en cuenta la reciclabilidad de los materiales utilizados en la construcción del edificio.

El Greenbuilding rating, del que os hemos hablado en ocasiones anteriores, es un sistema de medición del impacto de los materiales de construcción que, entre otros aspectos, cuantifica el impacto de los residuos generados por la construcción.

Calidad de vida

La cuidadosa elección de los materiales de bioconstrucción resulta en atmósferas habitables sanas, con aire de gran calidad y libre de emisiones de compuestos orgánicos volátiles y contaminantes. Las viviendas y edificios así construidos reducen las causas de alergias y problemas relacionados con el síndrome del edificio enfermo.

Ventajas de un proyecto de bioconstrucción

Las indudables ventajas de los edificios construidos según criterios de bioconstrucción hacen que estos sean cada vez más utilizados en todo tipo de construcciones, públicas y privadas. Estas técnicas suponen una reducción del impacto ambiental, un ahorro considerable en la factura energética y una mejor calidad de vida para sus habitantes. Si bien no todo el mundo puede aplicar estos criterios al 100%, muchos de ellos pueden aplicarse en mayor o menor medida en la mayoría de los proyectos de construcción y reforma: pequeños pasos con grandes resultados.