Se acaba el verano y hay que preparar la vuelta al cole. No solo hay que ocuparse de uniformes, material escolar y actividades extraescolares, sino también planificar la zona de estudio de los niños. Aunque pocas veces preferirán hacer los deberes antes que jugar, las ideas que os presentamos a continuación harán que los más pequeños se sienten más cómodos y disfruten más cuando tengan que hacer tareas.
Delimitad el espacio
La zona de estudio puede estar en el dormitorio, en otra habitación o incluso en una zona común, pero es importante que esté claramente definida y que se use exclusivamente para estudiar. De esta forma, los niños la identificarán claramente con el “modo estudio” y se concentrarán con más facilidad una vez que se instalen en ella. Utilizad la iluminación, el mobiliario o el color de la pared para delimitar este espacio y separarlo visualmente del resto de la habitación. Si el área de estudio es compartida entre hermanos, delimitad también el espacio de cada uno y los lugares para guardar el material escolar.
Eliminad las distracciones
Sin importar donde instaléis el espacio de estudio, aseguraos de eliminar todas las posibles distracciones, tanto del interior como del exterior de la casa. Cuando las horas de estudio se hacen largas, hasta el sonido de una sirena en la calle puede ser una fuente de distracción. A ser posible, alejad la zona de estudio de la puerta de entrada, el ruido del televisor o el teléfono y la vista de juegos y juguetes que despisten la atención.
Elegid una mesa y silla adecuadas
La mesa y la silla de estudio deben de ser cómodas y adecuadas para la estatura del niño. Una mala posición cuando se estudia puede dar lugar problemas de espalda a largo plazo. Además, si los niños se encuentran cómodos les resultará más fácil concentrarse y su rendimiento escolar será mejor. Aseguraos de que la mesa se encuentra a una distancia cómoda para sus ojos que le permita leer y escribir sin tener que inclinarse o retorcerse.
Iluminación
La iluminación es uno de los aspectos clave en una zona de estudio infantil. Siempre que podáis, situad la mesa de estudio junto a una fuente de luz natural para aprovechar esta al máximo durante las horas diurnas. Además, planificad una fuente suficiente de iluminación general combinada con lámparas que proporcionen iluminación focal sobre el área de trabajo. Tened en cuanta que un niño pocas veces se quejará si la iluminación es inadecuada o insuficiente por lo que es aconsejable que probéis con él la intensidad y distintas posiciones de las lámparas antes de dejarlas fijas.
Facilitad el orden
Para ayudar a que la zona de estudio esté recogida, planificad espacio suficiente para organizar el material escolar y tenerlo siempre a mano. Aseguraos de que los niños disponen de suficientes estanterías y cajones, pero también cajas y botes para guardar lápices, gomas, fichas, material de manualidades y todo lo que puedan necesitar durante el curso.
Involucrad a los protagonistas
¿Por qué no compartir la tarea de decorar su espacio con ellos? Si los más pequeños eligen ellos mismos la decoración de su zona de estudio, se sentirán más a gusto cuando tengan que utilizarla. Pedidles su opinión respecto a muebles y colores y dejad que sean ellos mismos los que escojan algunos de los elementos. Podéis tener muy buenos ratos si pasáis una tarde preparando juntos la zona de estudio a la vez que vuestros hijos aprenden a responsabilizarse de su entorno.
Aunque septiembre es una época muy atareada si tenéis niños, merece la pena dedicar tiempo a planificar la zona de estudio para todo el curso. ¿Habéis empezado ya con esta tarea o lo dejáis para más adelante? ¿Os han servido estas ideas? Si es así, os invitamos a compartir este artículo en las redes sociales y a contarnos vuestra opinión en los comentarios.