La rehabilitación energética de un edificio de viviendas, no debe contemplarse sólo desde un punto de vista de ahorro energético, o de una disminución de las emisiones de CO2. Una vivienda rehabilitada, obtiene una revalorización. Si aplicamos este criterio a un barrio degradado, estamos haciendo mucho más que rehabilitar una vivienda, podemos iniciar una revitalización de un barrio.
Barrios que nacieron en los años 60, en un marco de fuerte crecimiento económico, destinados a acoger inmigrantes de otras partes del estado, se encuentran ahora en un grave peligro de convertirse en un gueto. Los jóvenes que fundaron estos barrios, son ahora personas longevas, jubiladas, o ya no están con nosotros. Sus hijos han heredado las viviendas y en su mayoría, no viven en el barrio. Las viviendas se malvenden o alquilan. En muchos casos, no son barrios atractivos.
Apostar por rehabilitar barrios de estas características, tiene grandes complicaciones, y requiere del concurso de distintos estamentos públicos. Requiere igualmente de financiación, y de un amplio consenso de la sociedad. Pero las ventajas que podemos obtener, hace que sin duda, merezca la pena el esfuerzo.
Por parte de los propietarios, además del ahorro en consumo energético de las viviendas conseguimos una mejora de la calidad de vida, gracias a la climatización eficiente. Se obtiene una revalorización de la vivienda. Mejoran los activos de los propietarios.
Redensificar la ciudad, término de moda, pasa indudablemente por la revitalización de esos barrios, optimizando los recursos sociales de éstos. Recursos que ya existen, y no tienen que crearse, hay que darles nuevos usos y protagonismo, en definitiva, optimizar la ciudad.
Cuando desde JORGE FERNANDEZ planteamos a la sociedad estas actuaciones, lo hacemos desde dos puntos de vista: el primero, desde la responsabilidad social corporativa, definida como la contribución activa y voluntaria a la mejora social, económico y ambiental, y él segundo desde un interés de mejorar nuestro valor añadido. Como empresa local, fijamos nuestra actuación en nuestro entorno, y nos preocupamos por nuestra ciudad y nuestros clientes.
Alfredo Cuber, Gerente de Jorge Fernández