La preocupación por el cuidado del entorno natural que nos rodea va ganando adeptos. Ya no solo en lo que se refiere a optar por una comida sana o por actitudes más saludables en nuestro día a día. Vivir en un espacio natural, sostenible y respetuoso con el medio ambiente es una fantástica alternativa para aquellos que se preocupan por cuidar un poco más del planeta.  Solución que también se extiende a la casa en la que vivimos y que nos lleva a movimientos como el bio-interiorismo o la bio-construcción. Ambos conceptos ya no se refieren únicamente a la edificación más ecológica, sino que se pretende impulsar un cambio de mentalidad en este sentido.

De todas las definiciones de bio-interiorismo, este puede definirse como el diseño de espacios habitables que reduzcan el impacto sobre el medio ambiente; pero sin olvidar la creación de un hogar acogedor y racional. En este sentido, ya no solo hablamos de una preocupación medioambiental sino de viviendas armoniosas con la naturaleza, así como saludables para las personas que viven en ellas. 

¿Por qué una vivienda ecológica?

Un hogar sostenible puede disponer de los mismos adelantos que uno convencional y ventajas más que evidentes: un mayor ahorro energético, lo que conlleva a un menor impacto medioambiental de nuestra casa. En definitiva, un ahorro económico para nuestros bolsillos.

Si estás pensado en hacer una reforma ecológica en tu casa, no te pierdas estos consejos que te ofrecemos para lograr un hogar más sano y natural:

Materiales naturales

En este tipo de construcciones se emplean materiales reciclados, que sean naturales, orgánicos y, por su puesto, renovables. Productos que posean certificados ecológicos y que no sean dañinos para la salud. Y es que la bio-construcción no es algo que esté de moda hoy en día. Nuestros antepasados  ya vivían en casas construidas de forma artesanal con tierra, piedra o madera.

Paredes ecológicas / Suelos naturales

En el caso de paredes y suelos también es posible trabajar con elementos eco; además de garantizar un óptimo aislamiento con materiales respetuosos con el entorno natural como son el corcho, la celulosa o las fibras vegetales.

Tanto las pinturas y barnices que se usen en el exterior como en el interior deben ser naturales, transpirables y que, a ser posible, no emitan gases tóxicos. Evitaremos, además, la aparición de humedades en nuestro hogar.  

Para el caso de los suelos, lo más aconsejable es elegir materiales que emitan una baja radiación; además de que cuenten con un origen lo más natural posible. Es el caso de la piedra, el barro o la madera.

 

No queda duda alguna de las múltiples ventajas, tanto para el medioambiente como para nuestra salud y la de los nuestros, que nos ofrece la apuesta por viviendas sostenibles. Si quieres invertir en salud en tu hogar realizando una reforma ecológica, ¡no tienes más que consultarnos!